Pretérito Imperfecto II

Hace algunas semanas, en plena recta final de curso, se nos brindó la oportunidad de compartir en este blog la gestación y los primeros resultados de nuestro proyecto Pretérito Imperfecto y, como ya avanzamos en aquella entrada, teníamos la ilusión de compartir también aquí la página web en la que ha quedado recopilado todo nuestro trabajo. Hoy lo hacemos con el deseo de que os guste y disfrutéis de todo su contenido: 

Quizá cuando la visitéis no se os ocurra pensar que no ha sido el profesor que puso en marcha el proyecto el que la ha elaborado, sino un alumno. Y es que esta es la cara más bonita de nuestro proyecto: los alumnos han sido protagonistas de principio a fin. En concreto, en la elaboración del espacio web del proyecto, el profesor jamás habría sido capaz de conseguir un resultado ni parecido, pues no tenía ni la más remota idea de editar una web en WIX. Fue un alumno el que sorprendió al profesor recogiendo el proyecto de su grupo en esta preciosa WIX y fue el profesor el que entonces se percató del diamante en bruto que ahí había y le retó a crear otra WIX pero a lo grande, con la motivación de llegar a la nota máxima. 

Hoy el profesor ya sabe algo más sobre la edición en esa web, y lo sabe porque ha sido alumno de su alumno y el alumno (el que ha sido profesor del profesor) se ha debido de dar cuenta de que había algo que le podía reportar aún más satisfacción que un número en un boletín: el haber conseguido emocionar a tantas personas gracias a su trabajo. Esa recompensa es mucho mayor de la esperada. Bueno, esa recompensa no solo es para el autor de la WIX (por cierto, se llama Luis Miguel), sino para todos los alumnos que han elaborado su contenido haciendo de Pretérito Imperfecto un proyecto que probablemente nunca olvidarán.

Y para poner fin a nuestro proyecto y despedirnos de este indispensable espacio (por ahora), compartimos un último regalo: el vídeo del taller de juegos tradicionales celebrado en la Semana Cultural de nuestro colegio María Inmaculada e impartido por tres abuelos (a los que ya conocíamos por las entrevistas) y un padre de nuestros alumnos. Ellos pusieron la guinda a un proyecto que es puro aprendizaje y pura emoción, por ello cuentan con nuestra más sincera gratitud.

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