Tras una arruga se acumulan experiencias, emociones, sentimientos y sabiduría.
Mirar las arrugas, apreciarlas y apreciar a la persona que está detrás de ellas, es aprender a envejecer con dignidad y respeto a la ley de la vida ¿No os parece?
Gracias abuelas por acudir a esta llamada y mostrar lo que habéis acumulado y vuestra ilusión por seguir participando en la educación de vuestros nietos y de sus compañeros de aula.
Felicidades una vez más a toda la comunidad educativa del San Walo, por su excelente trabajo, que nos guia en el camino de hacer una escuela mejor.
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